viernes, 4 de abril de 2008

Después de Un Domingo Azul



Hoy no estoy Triste al verte en tu barrio, aunque allá pasado algún momento difícil en tu Domingo.

Hoy te ha visto la ciudad, te as paseado de una manera impresionante demostrando quien eras y de donde venias.


La pena es que te tengan así, con las manos atadas como si fueras un ladrón. Nunca entenderé eso.

Te doy las Gracias por dejarme tocar Tu Martillo, ese ardiente olivo dorado que hace que sienta un escalofrió, cuando 42 hombres hacen que toques las Estrellas con tus tres Potencias.

Ahora solo me toca esperar, ya queda menos de un año para poder repetir tan bello momento, quizás de una manera cruel maniatado con un sayón y un Romano alado.


“Déjame soñar También, que abril llego de momento, que ah llegado la tarde, y que en los Ángeles siento, que hoy es Domingo de Ramos Y que salta el Prendimiento.”

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